jueves, 20 de octubre de 2016

La Generación del 80 y los inicios del consumo cultural en Argentina

Hacia 1880 la argentina se inserta económicamente en el mercado internacional y se ha señalado ese instante como el nacimiento del consumo cultural en nuestro país, por parte de los sectores burgueses, esto hace que también se funde de un aspecto estético - ideológico a las producciones artísticas.
Si realizamos un breve repaso sobre los comienzos del arte argentino y en especial en los años en que comienza un desarrollo, una búsqueda del “ser nacional”, aquello que los identifique con las características específicas de la argentinidad. Esta necesidad se ve íntimamente ligada a la obtención de la tan ansiada sociedad civilizada impulsada por los gobernantes intelectuales y políticos como: Domingo F. Sarmiento, Rafael Obligado, Aristóbulo del Valle Carlos y José María Gutiérrez, todos ellos reunidos en el Ateneo.
Son aquellos hombres de la década del 80´ quienes observaron un atraso en las artes plásticas con respecto a su proyecto de Nación, el cual ponía especial énfasis en el desarrollo de las “Bellas Artes” y a la que veían con mayor desventaja con respecto al adelanto alcanzado por otras artes como la literatura o la música (y dentro de ésta al género de la ópera) puntos importantes para su misión de civilizar la Nación.
Es en este momento en que surgirán ciertas transformaciones nacidas de la reflexión sobre la producción artísticas. Se realizaran nuevos géneros pictóricos como la pintura de temas históricos, las alegorías, el desnudo, entre otros.
Recapitulemos que en todo momento (dentro de éste periodo artístico) la mirada de los artistas esta puesta en Europa, es allí donde el artista debe triunfar para ser apreciado por sus coterráneos, su educación no estaba terminada si no pasaba unas temporadas en el viejo continente visitando los museos y estudiando las obras consagradas (y de alguna manera esto no ha cambiado en demasía).
Este periodo no se caracterizó por tener un desarrollo armónico o constante muy por el contrario estuvo lleno de confrontaciones y batallas en la prensa y las revistas de moda, de las cuales surgió un clima que fue forjando una cultura artística moderna.
Es en la década del ochenta cuando se solidificara la profesionalización de la actividad artística surgida en la década anterior. El mercado internacional del arte se inserta con éxito gracias al significativo consumo cultural como dijimos anteriormente de sectores burgueses y a que sus intereses económicos tienen un importante crecimiento debido al proyecto político liberal. Es a comienzos de esta década que se producen cambios importantes que beneficiarán la circulación de las obras artísticas, la apertura de nuevos espacios para las mismas como es el caso de las ferias industriales, en las que el arte se ve unido a lo que se percibía como una manifestación visible del “progreso”, hecho que se registra en la Exposición Continental organizada por el Club Industrial en Buenos Aires en 1882. Esta exposición tuvo un carácter internacional y contó con una sección de Bellas Artes. Dicha sección que ocupaba un lugar destacado fue una de las mas concurridas según la prensa de aquel entonces. Se expusieron una cantidad importante de pinturas, esculturas, dibujos y otras técnicas. Obras de artistas como Juan Manuel Blanes (pintor ya consagrado), y artistas que se estaban formando en Europa (casi todos pertenecientes a la Sociedad estímulo de Bellas Artes) entre ellos los pintores Reinaldo Giudice, Graciano Mendilaharzu, Augusto Ballerini, Ángel Della Valle y escultores como Francisco Cafferata y Lucio Correa Morales.
Es en este periodo cuando aparecerá Cándido López (1840- 1902) otro de nuestros geniales artistas, desentendido de su tiempo, pues sus obras no fueron consideradas sino meros documentos históricos, objetos de archivo. Ya a mediados de 1900 serán redescubiertos y valorados porque este artista ensayaba fórmulas creativas completamente alejadas de los cánones de su tiempo. Así en los primeros ochenta existe una actividad que va preparando los escenarios para la recepción de los artistas que regresan desde Europa y en torno a los cuales se irá renovando el panorama de la plástica en Buenos Aires.
No podemos hablar de arte sin conocer algunos rasgos de esa historia que nos sigue costando aceptar como propia, por eso el compromiso de nuestra argentinidad pasa también por indagar sobre ese pasado que oculta hechos sobresalientes y que vale la pena recordar.

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